OEA

 

Organizaci�n Mundial del Comercio

Declaraci�n Ministerial de Singapur

Adoptada el 13 de diciembre de 1996

    Finalidad

  1. Los Ministros nos hemos reunido en Singapur los d�as 9 a 13 de diciembre de 1996 para la primera reuni�n bienal ordinaria de la OMC a nivel ministerial, seg�n lo estipulado en el art�culo IV del Acuerdo por el que se establece la Organizaci�n Mundial del Comercio, con el fin de consolidar a�n m�s la OMC como foro de negociaci�n, de constante liberalizaci�n del comercio en un sistema basado en normas y de examen y evaluaci�n multilaterales de las pol�ticas comerciales y en particular para:

    • evaluar la aplicaci�n de los compromisos que hemos contra�do en virtud de los Acuerdos y decisiones de la OMC;
    • pasar revista a las negociaciones en curso y al programa de trabajo;
    • examinar la evoluci�n del comercio mundial; y
    • hacer frente a los desaf�os de una econom�a mundial en evoluci�n.

    Comercio y crecimiento econ�mico

  2. Durante casi 50 a�os los Miembros han tratado de cumplir, primero en el GATT y ahora en la OMC, los objetivos recogidos en el pre�mbulo del Acuerdo sobre la OMC de conducir nuestras relaciones comerciales con miras a elevar los niveles de vida en todo el mundo. El incremento del comercio mundial facilitado por la liberalizaci�n de �ste en el sistema basado en normas ha creado en muchos pa�ses m�s puestos de trabajo y mejor pagados. Los logros de la OMC en sus dos primeros a�os son testimonio de nuestro deseo de trabajar juntos para aprovechar al m�ximo las posibilidades que ofrece el sistema multilateral de promover el crecimiento y desarrollo sostenibles contribuyendo al mismo tiempo a un clima m�s estable y seguro en las relaciones internacionales.

    Integraci�n de las econom�as; oportunidades y desaf�os

  3. Creemos que el alcance y el ritmo del cambio en la econom�a internacional, incluido el crecimiento del comercio de servicios y de la inversi�n directa, y la creciente integraci�n de las econom�as ofrecen unas posibilidades sin precedentes de mayor crecimiento, creaci�n de puestos de trabajo y desarrollo. Esta evoluci�n exige que las econom�as y las sociedades se reajusten. Asimismo, comporta desaf�os al sistema de comercio. Nos comprometemos a hacer frente a esos desaf�os.

    Normas fundamentales del trabajo

  4. Renovamos nuestro compromiso de respetar las normas fundamentales del trabajo internacionalmente reconocidas. La Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT) es el �rgano competente para establecer esas normas y ocuparse de ellas, y afirmamos nuestro apoyo a su labor de promoci�n de las mismas. Consideramos que el crecimiento y el desarrollo econ�micos impulsados por el incremento del comercio y la mayor liberalizaci�n comercial contribuir�n a la promoci�n de esas normas. Rechazamos la utilizaci�n de las normas del trabajo con fines proteccionistas y convenimos en que no debe cuestionarse en absoluto la ventaja comparativa de los pa�ses, en particular de los pa�ses en desarrollo de bajos salarios. A este respecto, tomamos nota de que las Secretar�as de la OMC y la OIT proseguir�n su actual colaboraci�n.

    Marginaci�n

  5. Nos comprometemos a abordar el problema de la marginaci�n de los pa�ses menos adelantados y el riesgo de caer en ella que corren ciertos pa�ses en desarrollo. Asimismo seguiremos trabajando para conseguir una mayor coherencia en la formulaci�n de la pol�tica econ�mica en el plano internacional y una mejor coordinaci�n entre la OMC y otros organismos para la prestaci�n de asistencia t�cnica.

    Funci�n de la OMC

  6. En prosecuci�n del objetivo del crecimiento y desarrollo sostenibles para el bien com�n, contemplamos un mundo en el que el comercio fluya libremente. Para este fin renovamos nuestro compromiso para con:

    • un sistema basado en normas justo, equitativo y m�s abierto;
    • la liberalizaci�n y supresi�n progresivas de los obst�culos arancelarios y no arancelarios al comercio de mercanc�as;
    • la liberalizaci�n progresiva del comercio de servicios;
    • el rechazo de todas las formas de proteccionismo;
    • la supresi�n del trato discriminatorio en las relaciones comerciales internacionales;
    • la integraci�n de los pa�ses en desarrollo, los pa�ses menos adelantados y las econom�as en transici�n en el sistema multilateral; y
    • el m�ximo nivel posible de transparencia.

    Acuerdos regionales

  7. Observamos que en las relaciones comerciales de los Miembros de la OMC influyen cada vez m�s los acuerdos comerciales regionales, cuyo n�mero, alcance y cobertura han aumentado en gran medida. Esas iniciativas pueden promover una mayor liberalizaci�n y podr�n ayudar a las econom�as menos adelantadas, en desarrollo y en transici�n a integrarse en el sistema de comercio internacional. En este contexto se�alamos la importancia de los actuales acuerdos regionales en que participan los pa�ses en desarrollo y los pa�ses menos adelantados. En vista de la expansi�n y la amplitud de los acuerdos regionales, es importante analizar si es preciso aclarar m�s el sistema de derechos y obligaciones de la OMC en relaci�n con los acuerdos comerciales regionales. Reafirmamos la primac�a del sistema de comercio multilateral, que incluye un marco para el desarrollo de los acuerdos comerciales regionales, y renovamos nuestro compromiso de asegurar que los acuerdos comerciales regionales sean complementarios de aqu�l y compatibles con sus normas. A este respecto, celebramos el establecimiento y aprobamos la labor del nuevo Comit� de Acuerdos Comerciales Regionales. Seguiremos llevando adelante la liberalizaci�n progresiva en la OMC seg�n el compromiso que hemos aceptado en el Acuerdo sobre la OMC y en las Decisiones adoptadas en Marrakech y al hacerlo facilitaremos procesos de liberalizaci�n del comercio mundial y regional que se apoyen mutuamente.

    Adhesiones

  8. Es importante que los 28 candidatos que negocian actualmente su adhesi�n contribuyan a completar ese proceso mediante la aceptaci�n de las normas de la OMC y mediante la oferta de compromisos significativos de acceso a sus mercados. Trabajaremos para integrar con prontitud a estos candidatos al sistema de la OMC.

    Soluci�n de diferencias

  9. El Entendimiento sobre Soluci�n de Diferencias (ESD) ofrece, para resolver los litigios entre los Miembros, un medio �nico en los acuerdos internacionales. Consideramos que el funcionamiento imparcial y transparente del ESD es de importancia fundamental para asegurar la soluci�n de las diferencias comerciales y para favorecer la aplicaci�n y el funcionamiento de los Acuerdos de la OMC. El Entendimiento, al establecer procedimientos previsibles, que incluyen la posibilidad de apelar las decisiones de los grupos especiales ante un �rgano de Apelaci�n y disposiciones sobre la aplicaci�n de las recomendaciones, ha mejorado los medios al alcance de los Miembros para resolver sus diferencias. Estimamos que el ESD ha funcionado eficazmente durante sus dos primeros a�os de vigencia. Tambi�n tomamos nota de la funci�n que han cumplido varios �rganos de la OMC al contribuir a evitar diferencias. Reafirmamos nuestra determinaci�n de acatar las normas y procedimientos del ESD y de los dem�s Acuerdos de la OMC en el desarrollo de nuestras relaciones comerciales y en la soluci�n de las diferencias. Confiamos en que una experiencia m�s prolongada con el ESD, incluida la aplicaci�n de las recomendaciones de los grupos especiales y del �rgano de Apelaci�n, mejorar� a�n m�s la eficacia y la credibilidad del sistema de soluci�n de diferencias.

    Aplicaci�n

  10. Atribuimos gran prioridad a la aplicaci�n plena y efectiva del Acuerdo sobre la OMC de manera compatible con el objetivo de la liberalizaci�n del comercio. Hasta ahora la aplicaci�n ha sido en general satisfactoria, si bien algunos Miembros han expresado su descontento con ciertos aspectos. Es claro que se precisa un mayor esfuerzo a este respecto, como se�alan los �rganos competentes de la OMC en sus informes. El cumplimiento de los compromisos espec�ficos consignados por los Miembros en sus listas en relaci�n con el acceso a los mercados para los productos industriales y con el comercio de servicios parece desarrollarse sin tropiezos. En cuanto al acceso a los mercados para los productos industriales, la vigilancia del cumplimiento mejorar�a si se dispusiera oportunamente de los datos comerciales y arancelarios. Tambi�n se han realizado progresos en la tarea de hacer avanzar el programa de reforma de la agricultura de la OMC, inclusive en la aplicaci�n de las concesiones acordadas en materia de acceso a los mercados y de los compromisos relativos a las subvenciones internas y las subvenciones a la exportaci�n.

    Notificaciones y legislaci�n

  11. El cumplimiento de las prescripciones en materia de notificaci�n no ha sido plenamente satisfactorio. Dado que el sistema de la OMC se basa en la vigilancia rec�proca como medio de evaluar la aplicaci�n, los Miembros que no hayan presentado notificaciones oportunamente o aquellos cuyas notificaciones sean incompletas deber�n redoblar sus esfuerzos. Al mismo tiempo, los �rganos competentes deber�n adoptar medidas adecuadas para promover el cumplimiento cabal y a la vez examinar propuestas pr�cticas de simplificaci�n del proceso de notificaci�n.
  12. En los casos en que es necesaria legislaci�n para aplicar las normas de la OMC, los Miembros son conscientes de sus obligaciones de completar sin m�s demoras el proceso legislativo interno. Se insta a los Miembros que tienen derecho a per�odos de transici�n a que adopten las medidas que consideren necesarias para asegurar el oportuno cumplimiento de sus obligaciones cuando �stas entren en vigor. Cada Miembro deber� examinar cuidadosamente toda su legislaci�n, programas y medidas vigentes o proyectados para asegurarse de su plena compatibilidad con las obligaciones que impone la OMC y deber� considerar cuidadosamente las cuestiones que en el examen por los �rganos competentes de la Organizaci�n se planteen acerca de la compatibilidad de la legislaci�n, programas y medidas con la OMC e introducir los cambios adecuados cuando sea necesario.

    Pa�ses en desarrollo

  13. La integraci�n de los pa�ses en desarrollo en el sistema de comercio multilateral es importante para su desarrollo econ�mico y para la expansi�n del comercio mundial. A este respecto recordamos que el Acuerdo sobre la OMC contiene disposiciones que prev�n un trato diferenciado y m�s favorable para los pa�ses en desarrollo, con inclusi�n de una especial atenci�n a la situaci�n particular de los pa�ses menos adelantados. Reconocemos el hecho de que los pa�ses en desarrollo Miembros han asumido compromisos nuevos y significativos, tanto sustantivos como de procedimiento, y reconocemos la diversidad y la complejidad de los esfuerzos que despliegan para cumplirlos. Para ayudarles en esos esfuerzos, incluidos los que hacen en relaci�n con los requisitos de notificaci�n y legislaci�n, mejoraremos la disponibilidad de asistencia t�cnica en el marco de las directrices convenidas. Tambi�n hemos aceptado recomendaciones relativas a la Decisi�n que adoptamos en Marrakech acerca de los posibles efectos negativos del programa de reforma de la agricultura en los pa�ses menos adelantados y en los pa�ses en desarrollo importadores netos de productos alimenticios.

    Pa�ses menos adelantados

  14. Siguen preocup�ndonos los problemas de los pa�ses menos adelantados, y hemos acordado:

    • un Plan de Acci�n, que incluye la adopci�n con car�cter aut�nomo de medidas positivas como, por ejemplo, el acceso libre de derechos, encaminado a mejorar la capacidad general de estos pa�ses para responder a las oportunidades que ofrece el sistema de comercio;
    • procurar imprimir al Plan de Acci�n un contenido operativo, por ejemplo, mediante la mejora de las condiciones para la inversi�n y la concesi�n de condiciones de acceso al mercado previsibles y favorables para los productos de los pa�ses menos adelantados, favorecer la expansi�n y diversificaci�n de sus exportaciones a los mercados de todos los pa�ses desarrollados y, en el caso de los pa�ses en desarrollo correspondientes, en el contexto del Sistema Global de Preferencias Comerciales; y
    • organizar lo antes posible en 1997 una reuni�n con la UNCTAD y el Centro de Comercio Internacional, con la participaci�n de organismos de ayuda, instituciones financieras multilaterales y pa�ses menos adelantados, destinada a fomentar un planteamiento integrado de la asistencia a estos pa�ses para potenciar sus oportunidades comerciales.

    Textiles y vestido

  15. Confirmamos que nos hemos comprometido a una plena y fiel aplicaci�n de las disposiciones del Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido (ATV). Destacamos la importancia de la integraci�n, prevista en el ATV, de los productos textiles en el GATT de 1994 en el marco de sus normas y disciplinas reforzadas, porque es de relevancia para el conjunto del sistema de comercio no discriminatorio y basado en normas y porque contribuye al aumento de los ingresos de los pa�ses en desarrollo por exportaciones. Consideramos que la aplicaci�n de este Acuerdo es importante para conseguir una efectiva transici�n al GATT de 1994 mediante una integraci�n de car�cter progresivo. El recurso a medidas de salvaguardia al amparo de las disposiciones del ATV deber� hacerse con la mayor moderaci�n posible. Tomamos nota de las preocupaciones existentes por el recurso a otras medidas que distorsionan el comercio y por la elusi�n. Reiteramos la importancia que tiene aplicar plenamente las disposiciones del ATV relativas a los peque�os abastecedores, los nuevos exportadores y los pa�ses menos adelantados Miembros y las que se refieren a los Miembros exportadores que son productores de algod�n. Reconocemos la importancia de los productos de lana para algunos pa�ses en desarrollo Miembros. Reafirmamos que como parte del proceso de integraci�n y en relaci�n con los compromisos espec�ficos aceptados por los Miembros a ra�z de la Ronda Uruguay, todos los Miembros deben adoptar las medidas que sean necesarias para respetar las normas y disciplinas del GATT de 1994 al objeto de conseguir un mejor acceso a los mercados para los productos textiles y de vestido. Convenimos en que, habida cuenta de su car�cter cuasijudicial, el �rgano de Supervisi�n de los Textiles (OST) deber� conseguir la transparencia al establecer el fundamento de sus conclusiones y recomendaciones. Esperamos que el OST llegue a conclusiones y haga recomendaciones siempre que lo requiera el Acuerdo. Hacemos hincapi� en la responsabilidad que corresponde al Consejo del Comercio de Mercanc�as de supervisar, de conformidad con lo dispuesto en el p�rrafo 5 del art�culo IV del Acuerdo sobre la OMC y en el art�culo 8 del ATV, el funcionamiento de este Acuerdo, cuya aplicaci�n supervisa el OST.

    Comercio y medio ambiente

  16. El Comit� de Comercio y Medio Ambiente ha hecho una contribuci�n importante al cumplimiento de su programa de trabajo. El Comit� viene examinando y mantendr� en examen, entre otras cosas, el alcance de los aspectos complementarios entre la liberalizaci�n del comercio, el desarrollo econ�mico y la protecci�n del medio ambiente. La plena aplicaci�n de los Acuerdos de la OMC ser� una contribuci�n importante a la consecuci�n de los objetivos del desarrollo sostenible. La labor del Comit� ha puesto de relieve la importancia de la coordinaci�n de pol�ticas a nivel nacional en la esfera del comercio y el medio ambiente. A este respecto, ha enriquecido los trabajos del Comit� la participaci�n de expertos tanto ambientalistas como comerciales de los gobiernos Miembros, y ser�a de desear que esos expertos continuaran participando en las deliberaciones del Comit�. La amplitud y la complejidad de las cuestiones abarcadas por el programa de trabajo del Comit� muestran que es necesario realizar nuevos trabajos en todos los puntos de su orden del d�a, seg�n figuran en su informe. Tenemos el prop�sito de actuar sobre la base de la labor realizada hasta ahora; encomendamos, por tanto, al Comit� que lleve a cabo sus trabajos, rindiendo informe al Consejo General, en el marco de su mandato actual.

    Negociaciones sobre servicios

  17. Se ha constatado que el cumplimiento de los objetivos acordados en Marrakech para las negociaciones sobre el mejoramiento del acceso a los mercados para los servicios -servicios financieros, movimiento de personas f�sicas, servicios de transporte mar�timo y telecomunicaciones b�sicas- ha sido dif�cil. Los resultados han sido inferiores a las expectativas. En tres sectores ha sido necesario prolongar las negociaciones m�s all� de los plazos inicialmente establecidos. Estamos decididos a conseguir, en la continuaci�n de las negociaciones y en las que est� previsto se inicien a m�s tardar el 1. de enero del a�o 2000, niveles progresivamente m�s elevados de liberalizaci�n de los servicios sobre la base de ventajas mutuas y con la adecuada flexibilidad para los distintos pa�ses en desarrollo Miembros, seg�n lo estipulado en el Acuerdo. En este contexto, esperamos acuerdos NMF plenos basados en compromisos mejorados sobre acceso a los mercados y en el trato nacional. En consecuencia:

    • llevaremos a buen t�rmino las negociaciones sobre telecomunicaciones b�sicas en febrero de 1997; y
    • reanudaremos las negociaciones sobre servicios financieros en abril de 1997 con objeto de conseguir compromisos significativamente mejorados sobre acceso a los mercados, con una participaci�n mayor y en el marco temporal convenido.
    • Teniendo presentes estos mismos objetivos amplios, esperamos tambi�n llevar a buen t�rmino las negociaciones sobre servicios de transporte mar�timo en la pr�xima ronda de negociaciones sobre la liberalizaci�n de los servicios.

      En lo referente a los servicios profesionales, tenderemos a concluir la labor sobre el sector de la contabilidad para finales de 1997 y seguiremos desarrollando disciplinas y directrices multilaterales. A este respecto alentamos a la FIC, la CNIC y la OICU a que finalicen normas internacionales en el sector de la contabilidad. En cuanto a las normas del AGCS, realizaremos los trabajos necesarios para terminar las negociaciones sobre salvaguardias a finales de 1997. Tambi�n tomamos nota de que se precisar�n m�s trabajos anal�ticos sobre las medidas de salvaguardia urgentes, la contrataci�n p�blica de servicios y las subvenciones.

    Acuerdo sobre tecnolog�a de la informaci�n

    Productos farmac�uticos

  18. Tomando nota de que varios Miembros han llegado a un acuerdo acerca de una Declaraci�n sobre el Comercio de Productos de Tecnolog�a de la Informaci�n, celebramos la iniciativa de varios Miembros de la OMC y otros Estados o territorios aduaneros distintos en proceso de adhesi�n a la OMC, que han convenido en suprimir sobre una base NMF los aranceles en el comercio de productos de tecnolog�a de la informaci�n, al igual que la inclusi�n por varios Miembros de m�s de 400 productos adicionales en sus listas de productos farmac�uticos exentos de derechos arancelarios.

    Programa de trabajo y programa incorporado

  19. Teniendo presente que un aspecto importante de las actividades de la OMC es la supervisi�n constante de la aplicaci�n de diversos acuerdos, un examen y actualizaci�n peri�dicos de su Programa de Trabajo es clave para que la OMC pueda cumplir sus objetivos. En este contexto aprobamos los informes de los diferentes �rganos de la OMC. Una parte importante del Programa de Trabajo se origina en el Acuerdo sobre la OMC y en las decisiones adoptadas en Marrakech. Como parte de esos Acuerdos y decisiones, convinimos en varias disposiciones que requieren futuras negociaciones sobre la agricultura, los servicios y algunos ADPIC, o ex�menes y otros trabajos en relaci�n con las medidas antidumping, la valoraci�n en aduana, el Entendimiento sobre Soluci�n de Diferencias, las licencias de importaci�n, la inspecci�n previa a la expedici�n, las normas de origen, las medidas sanitarias y fitosanitarias, las salvaguardias, las subvenciones y medidas compensatorias, los obst�culos t�cnicos al comercio, los textiles y el vestido, el Mecanismo de Examen de las Pol�ticas Comerciales, los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio y las medidas en materia de inversiones relacionadas con el comercio. Estamos de acuerdo con un proceso de an�lisis e intercambio de informaci�n, cuando lo prevean las conclusiones y recomendaciones de los �rganos competentes de la OMC, sobre las cuestiones del programa incorporado, que permita a los Miembros comprender mejor las cuestiones de que se trate e identificar sus intereses antes de iniciar las negociaciones y ex�menes acordados. Acordamos que:

    • los marcos temporales establecidos en los Acuerdos se respetar�n en cada caso;
    • los trabajos realizados no prejuzgar�n el alcance de las futuras negociaciones cuando tales negociaciones sean precisas; y
    • los trabajos realizados no prejuzgar�n la naturaleza de la actividad acordada (es decir, negociaci�n o examen).

    Inversi�n y competencia

  20. Teniendo en cuenta las disposiciones existentes de la OMC sobre cuestiones relacionadas con la inversi�n y la pol�tica de competencia y el programa incorporado relativo a esas materias, inclusive en el marco del Acuerdo sobre las MIC, y en la inteligencia de que la labor que se emprenda no prejuzgar� la iniciaci�n de negociaciones en el futuro, acordamos asimismo:

    • establecer un grupo de trabajo encargado de examinar la relaci�n entre comercio e inversi�n; y
    • establecer un grupo de trabajo encargado de estudiar las cuestiones que planteen los Miembros acerca de la interacci�n entre comercio y pol�tica de competencia, incluidas las pr�cticas anticompetitivas, con vistas a identificar cualesquiera �reas que puedan merecer ulterior atenci�n en el marco de la OMC.

      Cada uno de esos grupos aprovechar� la labor del otro en caso necesario y aprovechar� adem�s, sin que esto vaya en desmedro de ella, la labor realizada en la UNCTAD y otros foros intergubernamentales apropiados. En lo que concierne a la UNCTAD, celebramos la labor en curso prevista en la Declaraci�n de Midrand y la contribuci�n que puede hacer a la comprensi�n de las cuestiones. En lo que respecta a la conducci�n de la labor de los grupos de trabajo, alentamos a la cooperaci�n con las organizaciones antes citadas para hacer el mejor uso posible de los recursos disponibles y asegurar que se tome plenamente en consideraci�n la dimensi�n del desarrollo. El Consejo General mantendr� bajo examen la labor de uno y otro grupo y decidir� al cabo de dos a�os c�mo habr� de proseguir �sta en uno y otro caso. Queda claramente entendido que, de haberla, cualquier futura negociaci�n en materia de disciplinas multilaterales aplicables a estos sectores s�lo podr� tener lugar tras la adopci�n por los Miembros de la OMC de una decisi�n expl�cita por consenso acerca de esas negociaciones.

    Transparencia de la contrataci�n p�blica

  21. Acordamos adem�s:

    • establecer un grupo de trabajo encargado de realizar un estudio sobre la transparencia de las pr�cticas de contrataci�n p�blica, que tenga en cuenta las pol�ticas nacionales, y, sobre la base de ese estudio, elaborar elementos para su inclusi�n en un acuerdo apropiado; y
    • encomendar al Consejo del Comercio de Mercanc�as la realizaci�n de trabajos exploratorios y anal�ticos sobre la simplificaci�n de los procedimientos que rigen el comercio, aprovechando los trabajos de otras organizaciones internacionales pertinentes, con objeto de evaluar si procede establecer normas de la OMC en esta materia.

    Facilitaci�n del comercio

  22. A los efectos de la organizaci�n de los trabajos a que se hace referencia en los p�rrafos 20 y 21, se atender� cuidadosamente a reducir al m�nimo la carga que recaiga en las delegaciones, sobre todo las que disponen de menos recursos, y a coordinar las reuniones con las de los �rganos pertinentes de la UNCTAD. El programa de cooperaci�n t�cnica de la Secretar�a estar� a disposici�n de los pa�ses en desarrollo Miembros, y en especial de los menos adelantados de entre ellos, para facilitar su participaci�n en estos trabajos.

    Quincuag�simo aniversario

  23. Teniendo presente que el quincuag�simo aniversario del sistema multilateral de comercio se cumplir� a comienzos de 1998, encomendamos al Consejo General que considere la mejor manera de conmemorar este hist�rico acontecimiento.


Por �ltimo, expresamos nuestro m�s profundo agradecimiento al Excmo. Sr. Yeo Cheow Tong, Presidente de la Conferencia Ministerial, por su contribuci�n personal al �xito de esta Conferencia Ministerial. Deseamos expresar asimismo nuestra sincera gratitud al Primer Ministro Goh Chok Tong, a los miembros de su Gobierno y al pueblo de Singapur por la c�lida hospitalidad que nos han dispensado y la excelente organizaci�n de que hemos todos disfrutado. El hecho de que esta primera Conferencia Ministerial de la OMC haya tenido lugar en Singapur es una muestra m�s del compromiso de Singapur para con un sistema de comercio mundial abierto.