OEA

 

DECLARACI�N SOBRE LA CONTRIBUCI�N DE LA ORGANIZACI�N MUNDIAL DEL COMERCIO
AL LOGRO DE UNA MAYOR COHERENCIA EN LA FORMULACI�N DE LA POL�TICA ECON�MICA A ESCALA MUNDIAL

  1. Los Ministros reconocen que la globalizaci�n de la econom�a mundial ha conducido a una interacci�n cada vez mayor entre las pol�ticas econ�micas de los distintos pa�ses, as� como entre los aspectos estructurales, macroecon�micos, comerciales, financieros y de desarrollo de la formulaci�n de la pol�tica econ�mica. La tarea de armonizar estas pol�ticas recae principalmente en los gobiernos a nivel nacional, pero la coherencia de las pol�ticas en el plano internacional es un elemento importante y valioso para acrecentar su eficacia en el �mbito nacional. Los Acuerdos fruto de la Ronda Uruguay muestran que todos los gobiernos participantes reconocen la contribuci�n que pueden hacer las pol�ticas comerciales liberales al crecimiento y desarrollo sanos de las econom�as de sus pa�ses y de la econom�a mundial en su conjunto.

  2. Una cooperaci�n fruct�fera en cada esfera de la pol�tica econ�mica contribuye a lograr progresos en otras esferas. La mayor estabilidad de los tipos de cambio basada en unas condiciones econ�micas y financieras de fondo m�s ordenadas ha de contribuir a la expansi�n del comercio, a un crecimiento y un desarrollo sostenidos y a la correcci�n de los desequilibrios externos. Tambi�n es necesario que haya un flujo suficiente y oportuno de recursos financieros en condiciones de favor y en condiciones de mercado y de recursos de inversi�n reales hacia los pa�ses en desarrollo, y que se realicen nuevos esfuerzos para tratar los problemas de la deuda, con objeto de contribuir a asegurar el crecimiento y el desarrollo econ�micos. La liberalizaci�n del comercio constituye un componente cada vez m�s importante del �xito de los programas de reajuste que muchos pa�ses est�n emprendiendo, y que a menudo conllevan un apreciable costo social de transici�n. A este respecto, los Ministros se�alan la funci�n que cabe al Banco Mundial y al FMI en la tarea de apoyar el ajuste a la liberalizaci�n del comercio, incluido el apoyo a los pa�ses en desarrollo importadores netos de productos alimenticios, enfrentados a los costos a corto plazo de las reformas del comercio agr�cola.

  3. El �xito final de la Ronda Uruguay es un paso importante hacia el logro de unas pol�ticas econ�micas internacionales m�s coherentes y complementarias. Los resultados de la Ronda Uruguay aseguran un ensanche del acceso a los mercados en beneficio de todos los pa�ses, as� como un marco de disciplinas multilaterales reforzadas para el comercio. Son tambi�n garant�a de que la pol�tica comercial se aplicar� de modo m�s transparente y con una comprensi�n m�s clara de los beneficios resultantes para la competitividad nacional de un entorno comercial abierto. El sistema multilateral de comercio, que surge reforzado de la Ronda Uruguay, tiene la capacidad de ofrecer un �mbito mejor para la liberalizaci�n, de coadyuvar a una vigilancia m�s eficaz y de asegurar la estricta observancia de las normas y disciplinas multilateralmente convenidas. Estas mejoras significan que la pol�tica comercial puede tener en el futuro un papel m�s sustancial como factor de coherencia en la formulaci�n de la pol�tica econ�mica a escala mundial. 

  4. Los Ministros reconocen, no obstante, que no es posible resolver a trav�s de medidas adoptadas en la sola esfera comercial dificultades cuyos or�genes son ajenos a la esfera comercial. Ello pone de relieve la importancia de los esfuerzos encaminados a mejorar otros aspectos de la formulaci�n de la pol�tica econ�mica a escala mundial como complemento de la aplicaci�n efectiva de los resultados logrados en la Ronda Uruguay.

  5. Las interconexiones entre los diferentes aspectos de la pol�tica econ�mica exigen que las instituciones internacionales competentes en cada una de esas esferas sigan pol�ticas congruentes que se apoyen entre s�. La Organizaci�n Mundial del Comercio deber�, por tanto, promover y desarrollar la cooperaci�n con los organismos internacionales que se ocupan de las cuestiones monetarias y financieras, respetando el mandato, los requisitos en materia de confidencialidad y la necesaria autonom�a en los procedimientos de formulaci�n de decisiones de cada instituci�n, y evitando imponer a los gobiernos condiciones cruzadas o adicionales. Los Ministros invitan asimismo al Director General de la OMC a examinar, con el Director Gerente del Fondo Monetario Internacional y el Presidente del Banco Mundial, las consecuencias que tendr�n las responsabilidades de la OMC para su cooperaci�n con las instituciones de Bretton Woods, as� como las formas que podr�a adoptar esa cooperaci�n, con vistas a alcanzar una mayor coherencia en la formulaci�n de la pol�tica econ�mica a escala mundial.