Arbitraje y Otros
Procedimientos Alternativos de
Solución de Controversias Comerciales
VENEZUELA - Ley de Arbitraje
Comercial
Gaceta Oficial Nº 36.430
de 7 de abril de 1998
EL CONGRESO DE LA REPUBLICA
DE VENEZUELA
Decreta la
siguiente,
Ley de Arbitraje
Comercial
Capítulo I : Disposiciones
Generales
Artículo 1º.
Esta Ley se aplicará al arbitraje comercial, sin perjuicio de cualquier
tratado multilateral o bilateral vigente.
Artículo 2º.
El arbitraje puede ser institucional o independiente. Es arbitraje
institucional el que se realiza a través de los centros de arbitraje a
los cuales se refiere esta Ley, o los que fueren creados por otras leyes.
Es arbitraje independiente aquel regulado por las partes sin intervención
de los centros de arbitraje.
Artículo 3º.
Podrán someterse a arbitraje las controversias susceptibles de transacción
que surjan entre personas capaces de transigir.
Quedan exceptuadas las controversias:
- Que sean contrarias al orden público o
versen sobre delitos o faltas, salvo sobre la cuantía de la
responsabilidad civil, en tanto ésta no hubiere sido fijada por
sentencia definitivamente firme;
- Directamente concernientes a las
atribuciones o funciones de imperio del Estado o de personas o entes
de derecho público;
- Que versan sobre el estado o la
capacidad civil de las personas;
- Relativas a bienes o derechos de
incapaces, sin previa autorización judicial; y
- Sobre las que haya recaído sentencia
definitivamente firme, salvo las consecuencias patrimoniales que
surjan de su ejecución en cuanto conciernan exclusivamente a las
partes del proceso y no hayan sido determinadas por sentencia
definitivamente firme.
Artículo 4º.
Cuando en un acuerdo de arbitraje al menos una de las partes sea una
sociedad en la cual la República, los Estados, los Municipios y los
Institutos Autónomos tengan participación igual o superior al cincuenta
por ciento (50%) del capital social, o una sociedad en la cual las
personas anteriormente citadas tengan participación igual o superior al
cincuenta por ciento (50%) del capital social, se requerirá para su
validez de la aprobación de todos los miembros de la Junta Directiva de
dicha empresa y la autorización por escrito del ministro de tutela. El
acuerdo de arbitraje especificará el tipo de arbitraje y el número de árbitros,
el cual en ningún caso será menor de tres (3).
Artículo 5º.
El "acuerdo de arbitraje" es un acuerdo por el cual las partes
deciden someter a arbitraje todas o algunas de las controversias que hayan
surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una relación jurídica
contractual o no contractual. El acuerdo de arbitraje puede consistir en
una cláusula incluida en un contrato, o en un acuerdo independiente.
En virtud del acuerdo de arbitraje las
partes se obligan a someter sus controversias a la decisión de árbitros
y renuncian a hacer valer sus pretensiones ante los jueces. El acuerdo de
arbitraje es exclusivo y excluyente de la jurisdicción ordinaria.
Artículo 6º.
El acuerdo de arbitraje deberá constar por escrito en cualquier documento
o conjunto de documentos que dejen constancia de la voluntad de las partes
de someterse a arbitraje. La referencia hecha en un contrato a un
documento que contenga una cláusula arbitral, constituirá un acuerdo de
arbitraje siempre que dicho contrato conste por escrito y la referencia
implique que esa cláusula forma parte del contrato.
En los contratos de adhesión y en los
contratos normalizados, la manifestación de voluntad de someter el
contrato a arbitraje deberá hacerse en forma expresa e independiente.
Artículo 7º.
El tribunal arbitral está facultado para decidir acerca de su propia
competencia, incluso sobre las excepciones relativas a la existencia o a
la validez del acuerdo de arbitraje. A ese efecto el acuerdo de arbitraje
que forme parte de un contrato se considerará como un acuerdo
independiente de las demás estipulaciones del mismo. La decisión del
tribunal arbitral de que el contrato es nulo no conlleva la nulidad del
acuerdo de arbitraje.
Artículo 8º.
Los árbitros pueden ser de derecho o de equidad. Los primeros deberán
observar las disposiciones de derecho en la fundamentación de los laudos.
Los segundos procederán con entera libertad, según sea más conveniente
al interés de las partes, atendiendo principalmente a la equidad. Si no
hubiere indicación de las partes sobre al carácter de los árbitros se
entenderá que decidirán como árbitros de derecho.
Los árbitros tendrán siempre en cuenta
las estipulaciones del contrato y los usos y costumbres mercantiles.
Artículo 9º.
Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso
de no haber acuerdo al respecto, el tribunal arbitral lo determinará,
atendiendo a las circunstancias del caso, inclusive la conveniencia de las
partes. No obstante, el tribunal arbitral podrá, salvo acuerdo en
contrario de las partes, reunirse en cualquier lugar que estime apropiado
para celebrar deliberaciones, oír las declaraciones de los testigos, los
peritos o a las partes, o para examinar mercancías, otros bienes o
documentos.
Artículo 10.
Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas que hayan de
utilizarse en las actuaciones arbitrales. A falta de tal acuerdo, el
tribunal arbitral determinará el idioma o los idiomas que hayan de
emplearse. Este acuerdo será aplicable, salvo que ellos mismos hayan
acordado otra forma, a todos los escritos de las partes, a todas las
audiencias y al laudo, decisión o comunicación de otra índole que emita
el tribunal arbitral.
El tribunal arbitral podrá ordenar que los
documentos presentados para su consideración, estén acompañados de una
traducción al idioma o los idiomas acordados por las partes o
determinados por el tribunal arbitral.
Capítulo II : Del Arbitraje
Institucional
Artículo 11.
Las cámaras de comercio y cualesquiera otras asociaciones de
comerciantes, así como las asociaciones internacionales existentes, las
organizaciones vinculadas a actividades económicas e industriales, las
organizaciones cuyo objeto esté relacionado con la promoción de la
resolución alternativa de conflictos, las universidades e instituciones
superiores académicas y las demás asociaciones y organizaciones que se
crearen con posterioridad a la vigencia de esta Ley que establezcan el
arbitraje como uno de los medios de solución de las controversias, podrán
organizar sus propios centros de arbitraje. Los centros creados antes de
la vigencia de esta Ley, podrán continuar funcionando en los términos
aquí establecidos y deberán ajustar sus reglamentos a los requerimientos
de la misma.
Artículo 12.
En el arbitraje institucional todo lo concerniente al procedimiento
arbitral, incluyendo las notificaciones, la constitución del tribunal, la
recusación y reemplazo de árbitros y la tramitación del proceso, se
regirá de conformidad con lo dispuesto en el reglamento de arbitraje del
centro de arbitraje al cual las partes se hayan sometido.
Artículo 13.
Todo centro de arbitraje ubicado en Venezuela tendrá su propio
reglamento, el cual deberá contener:
- Procedimiento para la designación del
Director del centro, sus funciones y facultades;
- Reglas del procedimiento arbitral;
- Procedimiento de elaboración de la
lista de árbitros, la cual será revisada y renovada, por lo menos
cada año; los requisitos que deben reunir los árbitros; las causas
de exclusión de la lista; los trámites de inscripción y el
procedimiento para su designación;
- Tarifas de honorarios para árbitros; y
tarifas de gastos administrativos, las cuales serán revisadas y
renovadas cada año;
- Normas administrativas aplicables al
centro; y
- Cualquier otra norma necesaria para el
funcionamiento del centro.
Artículo 14.
Todo centro de arbitraje contará con una sede permanente, dotada de los
elementos necesarios para servir de apoyo a los tribunales arbitrales, y
deberá disponer de una lista de árbitros, cuyo número no podrá ser
inferior a veinte (20).
Capítulo III : Del Arbitraje
Independiente
Artículo 15.
Cuando las partes no establezcan sus propias reglas de procedimiento para
llevar a cabo un arbitraje independiente, las reglas aquí establecidas
serán las aplicables. Asimismo, estas reglas podrán aplicarse a un
arbitraje institucional, si así lo estipulan las partes.
Artículo 16.
Las partes determinarán el número de árbitros, el cual será siempre
impar. A falta de acuerdo los árbitros serán tres.
Artículo 17.
Las partes deberán nombrar conjuntamente a los árbitros o delegar su
nombramiento a un tercero.
Si no hubiere acuerdo entre las partes en
la elección de los árbitros, cada parte elegirá uno y los dos árbitros
designados elegirán un tercero, quien será el Presidente del tribunal
arbitral.
Si alguna de las partes estuviere renuente
a la designación de su árbitro, o si los dos árbitros no pudieren
acordar la designación del tercero, cualquiera de ellas podrá acudir al
Juez competente de Primera Instancia con el fin de que designe el árbitro
faltante.
A falta de acuerdo entre las partes, en el
arbitraje con árbitro único, la designación será hecha a petición de
una de las partes, por el Juez competente de Primera Instancia.
Artículo 18.
Los árbitros deberán informar por escrito a quien los designó, dentro
de los diez (10) días hábiles siguientes a su notificación, si aceptan
o no el cargo. Si guardan silencio se entenderá que no aceptan.
El árbitro que no acepte, renuncie,
fallezca, quede inhabilitado, o sea recusado será reemplazado en la misma
forma establecida para su nombramiento.
Capítulo IV : Del Proceso
Arbitral
Artículo 19.
Aceptado el cargo por cada uno de los árbitros, se instalará el tribunal
arbitral y se notificará a las partes de dicha instalación. En el acto
de instalación se fijarán los honorarios de los miembros del tribunal,
así como la suma que se estime necesaria para gastos de funcionamiento.
Las partes podrán objetar cualquiera de los montos antes señalados,
dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la notificación de la
providencia que los fijó, mediante escrito en el que expresarán las
sumas que consideren justas. Si la mayoría de los árbitros rechaza la
objeción, el tribunal arbitral cesará en sus funciones.
Artículo 20.
Decidida la fijación de gastos y honorarios, cada parte consignará,
dentro de los diez (10) días siguientes lo que le corresponda por tal
concepto. El depósito se hará a nombre del Presidente del tribunal
arbitral, quien abrirá una cuenta especial para tal efecto.
Si una de las partes consigna lo que le
corresponde y la otra no, aquella que hubiere consignado podrá hacerlo
por la otra dentro de los quince (15) días hábiles siguientes.
Las costas del arbitraje serán fijadas por
el tribunal arbitral en el laudo en el cual también se decidirá a quien
corresponde cubrir dichas costas y en cuál proporción.
Vencidos los términos previstos para
efectuar la consignación total, si ésta no se realizare, el tribunal
arbitral podrá declarar concluidas sus funciones, quedando las partes en
libertad de acudir a los jueces de la República o de reiniciar el
procedimiento arbitral.
Artículo 21.
Efectuada la consignación, se entregará a cada uno de los árbitros una
porción no mayor de la mitad de los honorarios correspondientes y el
resto quedará depositado en la cuenta abierta para tal efecto. El
Presidente del tribunal arbitral distribuirá el saldo una vez terminado
el arbitraje por voluntad de las partes, o por ejecutoria del laudo
arbitral o de la providencia que lo aclare, corrija o complemente.
Artículo 22.
Si en el acuerdo de arbitraje no se señalare el término para la duración
del proceso, éste será de seis (6) meses contados a partir de la
constitución del tribunal arbitral. Este lapso podrá ser prorrogado por
dicho tribunal una o varias veces, de oficio o a solicitud de las partes o
de sus apoderados con facultad expresa para ello. Al término antes señalado
se sumarán los días en que por causas legales se interrumpa o suspenda
el proceso.
Artículo 23.
El tribunal arbitral citará a las partes para la primera audiencia de trámite,
con diez (10) días hábiles de anticipación, expresando fecha, hora y
lugar en que se celebrará. La providencia será notificada por comunicación
escrita a las partes o a sus apoderados.
Artículo 24.
En la primera audiencia se leerá el documento que contenga el acuerdo de
arbitraje y las cuestiones sometidas a decisión arbitral, y se expresarán
las pretensiones de las partes, estimando razonablemente su cuantía. Las
partes podrán aportar, al formular sus alegatos, todos los documentos que
consideren pertinentes o hacer referencia a los documentos u otras pruebas
que vayan a presentar.
Artículo 25.
El tribunal arbitral estará facultado para decidir sobre su propia
competencia, incluso sobre las excepciones relativas a la existencia o a
la validez del acuerdo de arbitraje. La excepción de incompetencia del
tribunal arbitral deberá ser presentada dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes a la primera audiencia de trámite.
Las partes no se verán impedidas de oponer
la excepción por el hecho de que hayan designado a un árbitro o
participado en su designación. El tribunal arbitral podrá, en cualquiera
de los casos, conocer una excepción presentada fuera del lapso si
considera justificada la demora.
Artículo 26.
Salvo acuerdo en contrario de las partes, el tribunal arbitral podrá
dictar las medidas cautelares que considere necesarias respecto del objeto
en litigio. El tribunal arbitral podrá exigir garantía suficiente de la
parte solicitante.
Artículo 27.
El tribunal arbitral realizará las audiencias que considere necesarias,
con o sin la participación de las partes, y decidirá si han de
celebrarse audiencias para la presentación de pruebas o para alegatos
orales, o si las actuaciones se sustanciarán sobre la base de documentos
y demás pruebas presentadas. En el procedimiento arbitral no se admitirán
incidencias. Los árbitros deberán resolver sobre impedimentos y
recusaciones, tacha de testigos y objeciones a dictámenes periciales y
cualquier otra cuestión de naturaleza semejante que pueda llegar a
presentarse. La pendencia de cualquier procedimiento de tacha no impide la
continuación del procedimiento arbitral.
Artículo 28.
El tribunal arbitral o cualquiera de las partes con aprobación del
tribunal arbitral podrá pedir asistencia al Tribunal de Primera Instancia
competente para la evacuación de las pruebas necesarias y para la ejecución
de las medidas cautelares que se soliciten. El Tribunal atenderá dicha
solicitud dentro del ámbito de su competencia y de conformidad con las
normas que les sean aplicables.
Artículo 29.
El procedimiento arbitral culminará con un laudo, el cual será dictado
por escrito y firmado por el árbitro o los árbitros miembros del
tribunal arbitral. En las actuaciones arbitrales con más de un árbitro
bastarán las firmas de la mayoría, siempre que se deje constancia de las
razones de la falta de una o más firmas y de los votos salvados
consignados.
Artículo 30.
El laudo del tribunal arbitral deberá ser motivado, a menos que las
partes hayan convenido lo contrario, y constará en él la fecha en que
haya sido dictado y el lugar del arbitraje. El laudo se reputará dictado
en el lugar del arbitraje.
Artículo 31.
Dictado el laudo el tribunal arbitral lo notificará a cada una de las
partes mediante entrega de una copia firmada por los árbitros, y el mismo
será de obligatorio cumplimiento.
Artículo 32.
El laudo arbitral podrá ser aclarado, corregido y complementado por el
tribunal arbitral de oficio o solicitud presentada por una de las partes,
dentro de los quince (15) días hábiles siguientes a la expedición del
mismo.
Artículo 33.
El tribunal cesará en sus funciones:
- Cuando no se haga oportunamente la
consignación de los gastos de honorarios prevista en esta Ley.
- Por voluntad de las partes.
- Por la emisión del laudo, o de la
providencia que le corrija o completamente.
- Por la expiración del término fijado
para el proceso o el de su prórroga.
Artículo 34.
Terminado el proceso, el Presidente del tribunal deberá hacer la
liquidación final de los gastos, entregará a los árbitros el resto de
sus honorarios, pagará los gastos pendientes y, previa cuenta razonada,
devolverá el saldo a las partes.
Capítulo V : De la Recusación
o Inhibición de los Arbitros
Artículo 35.
Los árbitros son recusables y podrán inhibirse de conformidad con lo
establecido al efecto en las causales de recusación e inhibición en el Código
de Procedimiento Civil.
Los árbitros nombrados por acuerdo de las
partes no podrán ser recusados sino por causales sobrevivientes a la
designación. Los nombrados por el Juez competente o por un tercero, serán
recusables dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a la fecha en
que se notifique la instalación del tribunal arbitral, de conformidad con
el procedimiento señalado en esta Ley.
Artículo 36.
Cuando exista o sobrevenga alguna causal de inhibición, el árbitro deberá
notificarlo a los otros árbitros y a las partes; y se abstendrá, entre
tanto, de aceptar el nombramiento o de continuar conociendo de la causa.
La parte que tenga motivo para recusar a
alguno de los árbitros por causales desconocidas en el momento de la
instalación del tribunal arbitral, deberá manifestarlo dentro de los
cinco (5) días hábiles siguientes a aquél en que tuvo conocimiento de
la causal, mediante escrito presentado ante el tribunal arbitral. Del
escrito se notificará al árbitro recusado quien dispondrá de cinco (5)
días hábiles para manifestar su aceptación o rechazo.
Artículo 37.
Si el árbitro rechaza la recusación o no se pronuncia al respecto, los
demás árbitros la aceptarán o negarán mediante escrito motivado, y se
notificará a las partes en la audiencia que para tal efecto se llevará a
cabo dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes al rechazo de la
recusación. En dicha audiencia se decidirá sobre su procedencia.
Aceptada la causal de inhibición o
recusación de un árbitro, los demás árbitros lo declararán separado
del procedimiento arbitral y comunicarán el hecho a quien hizo el
nombramiento para que proceda a reemplazarlo. En caso de que el
nombramiento no se realice dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes a la notificación de la aceptación de la causal, el Juez
competente de Primera Instancia nombrará al sustituto a solicitud de los
demás árbitros. Contra esta providencia no procederá recurso alguno.
Artículo 38.
Si sobre la decisión de inhibición o recusación de uno de los árbitros
hay empate, o si el árbitro es único, las diligencias serán enviadas al
Juez competente de la Circunscripción Judicial del lugar donde funcione
el tribunal arbitral para que decida. Contra esta providencia no procederá
recurso alguno.
Artículo 39.
Cuando todos las árbitros o la mayoría de ellos se inhibieren o fueren
recusados, el tribunal arbitral declarará concluidas sus funciones,
quedando las partes en libertad de acudir a los jueces de la República o
de reiniciar el procedimiento arbitral.
Artículo 40.
El proceso arbitral se suspenderá desde el momento en que un árbitro
declare su inhibición, acepte la recusación o se inicie el trámite de
cualquiera de ellas. La suspensión durará hasta que sea resuelta la
incidencia, sin que tal paralización afecte la validez de los actos
ejecutados con anterioridad a la misma.
Igualmente, el proceso arbitral se
suspenderá por inhabilidad o muerte de alguno de los árbitros, hasta que
se provea su reemplazo.
El tiempo necesario para completar el trámite
de la recusación o inhibición, la sustitución del árbitro inhibido o
recusado o el remplazo del inhabilitado o fallecido, se descontarán del término
señalado a los árbitros para que pronuncien el laudo.
Capítulo VI : De las
Obligaciones de los Árbitros
Artículo 41.
Es obligación de los árbitros asistir a todas las audiencias del
procedimiento arbitral, salvo causa justificada. El árbitro que dejare de
asistir a dos audiencias sin justificación, quedará relevado de su
cargo, y estará obligado a reintegrar al Presidente del tribunal
arbitral, dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes, el porcentaje
de sus honorarios que este último determine teniendo en cuenta la función
desempeñada. El tribunal arbitral dará aviso a la parte que designó al
árbitro relevado, para que de inmediato proceda a su reemplazo.
Salvo acuerdo en contrario del tribunal
arbitral, si un árbitro acumulare cuatro (4) inasistencias, aún cuando
fueren justificadas, se considerará inhabilitado y quedará relevado de
su cargo, y el tribunal arbitral procederá a notificar a la parte que lo
designó para que proceda a su reemplazo. El árbitro deberá reintegrar
al Presidente del tribunal arbitral el porcentaje de los honorarios que
este último determine teniendo en cuenta la función desempeñada.
Artículo 42.
Salvo acuerdo contraído de las partes los árbitros tendrán la obligación
de guardar la confidencialidad de las actuaciones de las partes, de las
evidencias y de todo contenido relacionado con el proceso arbitral.
Capítulo VII : De la
Anulabilidad del Laudo
Artículo 43.
Contra el laudo arbitral únicamente procede el recurso de nulidad. Este
deberá interponerse por escrito ante el Tribunal Superior competente del
lugar donde se hubiere dictado, dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes a la notificación del laudo o de la providencia que lo
corrija, aclare o complemente. El expediente sustanciado por el tribunal
arbitral deberá acompañar al recurso interpuesto.
La interposición del recurso de nulidad no
suspende la ejecución de lo dispuesto en el laudo arbitral a menos que, a
solicitud del recurrente, el Tribunal Superior así lo ordene previa
constitución por el recurrente de una caución que garantice la ejecución
del laudo y los perjuicios eventuales en el caso que el recurso fuere
rechazado.
Artículo 44.
La nulidad del laudo dictado por el tribunal arbitral se podrá declarar:
- Cuando la parte contra la cual se invoca
demuestre que una de las partes estaba afectada por alguna incapacidad
al momento de celebrarse el acuerdo de arbitraje;
- Cuando la parte contra la cual se invoca
el laudo no hubiere sido debidamente notificada de la designación de
un árbitro o de las actuaciones arbitrales que así lo ameriten, o no
ha podido por cualquier razón hacer valer sus derechos;
- Cuando la composición del tribunal
arbitral o el procedimiento arbitral no se ha ajustado a esta Ley;
- Cuando el laudo se refiera a una
controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje, o contiene
decisiones que exceden del acuerdo mismo;
- Cuando la parte contra la cual se invoca
el laudo demuestre que el mismo no es aún vinculante para las partes
o ha sido anulado o suspendido con anterioridad, de acuerdo a lo
convenido por las partes para el proceso arbitral;
- Cuando el tribunal ante el cual se
plantea la nulidad del laudo compruebe que según la Ley, el objeto de
la controversia no es susceptible de arbitraje o que la materia sobre
la cual versa es contraria al orden público.
Artículo 45.
El Tribunal Superior no admitirá el recurso de nulidad cuando sea
extemporánea su interposición o cuando las causales no se correspondan
con las señaladas en esta Ley.
En el auto por medio del cual el Tribunal
Superior admite el recurso se determinará la caución que el recurrente
deberá dar en garantía del resultado del proceso. El término para
otorgar la caución será de diez (10) días hábiles a partir de dictado
dicho auto.
Si no se presta la caución o no se
sustenta el recurso, el tribunal lo declarará sin lugar.
Artículo 46.
Cuando ninguna de las causales invocadas prospere, se declarará sin lugar
el recurso, se condenará en costas al recurrente y el laudo se considerará
de obligatorio cumplimiento para las partes.
Artículo 47.
Admitido el recurso y dada la caución, el Tribunal Superior conocerá del
mismo conforme a lo establecido en el Código de Procedimiento Civil para
el procedimiento ordinario.
Capítulo VIII : Del
Reconocimiento y Ejecución del Laudo
Artículo 48.
El laudo arbitral, cualquiera que sea el país en el que haya sido
dictado, será reconocido por los tribunales ordinarios como vinculante e
inapelable, y tras la presentación de una petición por escrito al
Tribunal de Primera Instancia competente será ejecutado forzosamente por
éste sin requerir exequatur, según las normas que establece el Código
de Procedimiento Civil para la ejecución forzosa de las sentencias.
La parte que invoque un laudo o pida su
ejecución deberá acompañar a su solicitud una copia del laudo
certificada por el tribunal arbitral, con traducción al idioma castellano
si fuere necesario.
Artículo 49.
El reconocimiento o la ejecución de un laudo arbitral, cualquiera que sea
el país que lo haya dictado sólo se podrá denegar:
- Cuando la parte contra la cual se invoca
demuestre que una de las partes estaba afectada por alguna incapacidad
al momento de celebrarse el acuerdo de arbitraje;
- Cuando la parte contra la cual se invoca
el laudo no hubiere sido debidamente notificada de la designación de
un árbitro o de las actuaciones arbitrales que así lo ameriten, o no
ha podido por cualquier razón hacer valer sus derechos;
- Cuando la composición del tribunal
arbitral o el procedimiento arbitral no se ha ajustado a la ley del país
donde se efectuó el arbitraje;
- Cuando el laudo se refiera a una
controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje, o contiene
decisiones que exceden del acuerdo mismo;
- Cuando la parte contra la cual se invoca
el laudo demuestre que el mismo no es aún vinculante para las partes
o ha sido anulado o suspendido con anterioridad, por una autoridad
competente de acuerdo a lo convenido por las partes para el proceso
arbitral;
- Cuando el tribunal ante el cual se
plantea el reconocimiento o la ejecución del laudo compruebe que según
la ley, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o
que la materia sobre la cual versa es contraria al orden público;
- Que el acuerdo de arbitraje no sea válido
en virtud de la Ley a la cual las partes lo han sometido.
Capítulo IX : Disposiciones
Transitorias
Artículo 50.
Los acuerdos de arbitraje en los cuales alguna de las partes sea una
sociedad en la cual la República, los Estados, los Municipios y los
Institutos Autónomos tengan participación igual o superior al cincuenta
por ciento (50%) del capital social, o una sociedad en la cual las
personas anteriormente citadas tengan participación igual o superior al
cincuenta por ciento (50%) del capital social, suscritos antes de la fecha
de la promulgación de esta Ley, no requerirá para su validez del
cumplimiento de los requisitos señalados en el artículo 4º de esta Ley.
Dado, firmado y sellado en el Palacio
Federal Legislativo, en Caracas a los veinticinco días del mes de marzo
de mil novecientos noventa y ocho. Años 187º de la Independencia y 138º
de la Federación.
EL PRESIDENTE,
PEDRO PABLO AGUILAR
LA VICEPRESIDENTA,
IXORA ROJAS PAZ
LOS SECRETARIOS,
JOSE GREGORIO CORREA
YAMILETH CALANCHE
Palacio de Miraflores, en Caracas, a los
siete días del mes de abril de mil novecientos noventa y ocho. Año 187º
de la Independencia y 139º de la Federación.
Cúmplase,
(L.S.)
RAFAEL CALDERA
Refrendado
El Ministro de Industria y Comercio
(L.S.)
HECTOR MALDONADO LIRA
Refrendado
El Ministro de Justicia
(L.S.)
HILARION CARDOZO
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