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Japón - Medidas que Afectan a los Productos Agrícolas

Informe del Grupo Especial

(Continuación)


b) Probita 9, pruebas de dosis-mortalidad y pruebas confirmatorias

4.75 Los Estados Unidos señalaron que las pruebas de dosis-mortalidad constituían una herramienta esencial para determinar el tratamiento comercial que podría resultar eficaz. El resultado de la prueba de dosis-mortalidad establecía una gama de tratamientos aplicados a las variedades gracias a la cual los científicos podían hacer comparaciones y evaluar un tratamiento definitivo para todo el producto. La dosis mínima más elevada observada en las pruebas de dosis-mortalidad que según los científicos permitiría alcanzar el nivel de protección prescrito por el Japón (probita 9) obtuvo un suplemento del 10 al 20 por ciento en la segunda fase de las pruebas, las pruebas confirmatorias, para tener en cuenta todas las causas de variación en las pruebas de dosis-mortalidad. Por tanto era la prueba confirmatoria la que constituía el indicador pertinente de la eficacia del tratamiento.

4.76 La razón esencial del aumento de la dosis en un 10-20 por ciento (margen de seguridad) en las pruebas confirmatorias, así como la razón por la que los científicos no se basaban en los resultados de dosis-respuesta para establecer un tratamiento de cuarentena comercial, era que no toda réplica de una prueba de dosis-mortalidad podía reproducir exactamente otra. Factores como el error experimental, el estado físico de la fruta, la sorción del fumigante por el material de embalaje y la disposición de la carga de fruta en la cámara podían dar lugar a diferencias en los resultados. Los efectos fitotóxicos 64 y los efectos sobre los niveles de residuos fijarían de ordinario el límite superior del margen de seguridad que se propusiera.

4.77 Los Estados Unidos señalaron que los datos de dosis-respuesta podían variar según la prueba con la misma especie de insecto y en relación con la misma variedad. Estaba bien establecido que la susceptibilidad del insecto al tratamiento insecticida difería considerablemente según cada insecto y que la respuesta de las poblaciones de insectos variaba. Como cada prueba exigía necesariamente nuevos insectos, la respuesta de los insectos de prueba diferiría naturalmente según las pruebas y ello reflejaba en parte la variabilidad observada en los resultados de las pruebas de dosis-mortalidad. 65 Con pruebas dosis-respuesta a escala reducida, utilizando un número limitado de plagas, era poco probable que la variabilidad de los insectos con relación a la susceptibilidad al fumigante quedase plenamente representada. Sin embargo las pruebas confirmatorias contenían un número suficiente de insectos (de 10.000 a 30.000) como para garantizar la representación de los insectos a todos los niveles de susceptibilidad al MB.

4.78 Por tanto, debido a las variaciones naturales de la población de insectos sometida a prueba, así como a otros factores que garantizaban que ninguna prueba dosis-mortalidad sería exactamente igual a otra, era imposible llegar a la conclusión de que las diferencias en variedad explicaban las variaciones en los resultados de las pruebas dosis-respuesta. Los Estados Unidos adujeron que la propia aceptación por parte del Japón de variedades que presentaban diferencias en resultados de dosis-respuesta demostraba que el Japón reconocía que un tratamiento de cuarentena eficaz siempre integraba algunas diferencias en las pruebas de dosis-mortalidad.

4.79 Las pruebas confirmatorias demostraban la eficacia del tratamiento para un producto porque tomaban en consideración todos los orígenes de variación que podían atribuirse a las pruebas a escala más reducida - y sobre todo la variación en la población de una plaga, y el error experimental que no podía menos que producirse entre una prueba a escala reducida y la siguiente. Una prueba confirmatoria mostraría si un tratamiento presentaba un valor demasiado bajo por arrojar una tasa inaceptable de supervivencia de la plaga. Sin embargo, las pruebas confirmatorias no indicarían si un tratamiento presenta un valor excesivamente elevado.

4.80 Los Estados Unidos señalaron que, a pesar de que eran necesarias pruebas confirmatorias en la elaboración inicial de un tratamiento de cuarentena, resultaban innecesarias para cada nueva variedad del mismo producto. La prueba confirmatoria administrada a la variedad inicial, con una población objetivo de la plaga de 30.000 insectos, presentaba un diseño y un orden de magnitud que permitía incluir una gama "realista" de la población de la plaga (y por consiguiente niveles relativos de tolerancia al bromuro de metilo) para detectar un tratamiento insuficiente; dicho de otra forma, tal prueba en gran escala captaría la gama de susceptibilidad de la población de insectos. Los Estados Unidos señalaron que 30.000 gusanos de la manzana constituían una población sustancialmente más amplia de la que nunca se hubiera encontrado tanto en las pruebas de dosis-mortalidad como en las condiciones efectivas de los productos estadounidenses propuestos para su posible exportación al Japón. 66 Los Estados Unidos señalaron que los expertos que asesoraban al Grupo Especial habían afirmado que la incidencia del gusano de la manzana en los productos estadounidenses susceptibles de comercialización era reducida. Los niveles de población de la plaga para los productos estadounidenses arrojaban, en el mejor de los casos, valores extremadamente bajos, y no de centenares de individuos por fruta, como en la prueba confirmatoria. Cualquier tratamiento que pudiese eliminar 30.000 gusanos de la manzana en una sola aplicación no tendría dificultad alguna en exterminar el único gusano de la manzana que pudiese aparecer en un envío comercial particular. El Dr. Heather había puesto de relieve la eficacia del tratamiento con bromuro de metilo. Los Estados Unidos declararon además que ni la literatura ni los datos científicos apoyaban la tesis de una variabilidad intrínseca de los productos que indicase que una prueba confirmatoria positiva realizada sobre 30.000 insectos no resultaría uniformemente positiva para todas las variedades del producto huésped. El margen de seguridad del tratamiento utilizado por los científicos representaba la variabilidad natural de la plaga y la variabilidad experimental percibida en las pruebas de dosis-mortalidad a escala reducida. Debido a esos factores, una prueba confirmatoria reflejaría la variabilidad en las pruebas a escala reducida y establecería un tratamiento que resultase apropiado para todas las variedades de un producto.

4.81 El Japón replicó que los resultados empíricos de dosis-respuesta confirmaban la proposición de que las diferencias en variedad podían afectar al efecto de mortalidad de la fumigación con MB. Los datos que denotaban la existencia de tales diferencias estadísticamente significativas figuraban en:

a) un estudio de 1987 sobre las nectarinas estadounidenses, en el que se llegó a la conclusión de que la variedad "Summer Grand" presentaba una susceptibilidad significativamente mayor a la fumigación con MB67,

Cuadro 4
Susceptibilidad de huevos de gusano de la manzana a la fumigación con MB (2 horas, 21�C) de 6 variedades de nectarina (nectarinas estadounidenses)

Variedad

Número de insectos de la muestra

LD50 (nivel de confianza: 95%)
(g/m3)

Summer Grand

2.210

6,3 (2,2 - 9,1)

May Grand

2.458

14,2 (11,1 � 17,0)

Firebrite

1.880

18,8 (14,7 - 22,8)

Spring Red

1.019

17,7 (14,0 - 20,9)

Fantasia

1.548

17,6 (14,0 - 20,0)

Red Diamond

1.445

18,4 (17,1 - 19,8)

b) una prueba realizada en 1987/88 con cerezas de Nueva Zelandia en la que LD50 arrojaba un valor significativamente más reducido en la variedad Bing que en las variedades Rainer y Sam68, y

Cuadro 5
Susceptibilidad de huevos de gusano de la manzana de 1 día a la fumigación con MB (2 horas, 12�C) de 5 variedades de cerezas (cerezas de Nueva Zelandia)

Variedad

LD50 (nivel de confianza: 95%)
(g/m3)

LD99 (nivel de confianza: 95%)
(g/m3)

Dawson

33,6 (31,8 - 35,1)

61,1 (55,9 - 69,8)

Bing

30,0 (28,9 - 30,9)

46,8 (44,7 - 49,6)

Rainier

33,8 (32,1 - 35,3)

62,2 (57,2 - 70,3)

Sam

35,4 (33,8 - 36,6)

52,9 (49,6 - 58,6)

Lambert

32,3 (29,9 - 34,0)

52,9 (48,4 - 61,7)

c) un estudio de 1983/84 sobre desinfestación de nectarinas procedentes de Nueva Zelandia en el que la variedad Fantasia mostró un valor LD50 significativamente más bajo que Redgold. 69

Cuadro 6
Susceptibilidad de larvas de gusano de la manzana de 1 día a la fumigación con MB (2 horas, 12� C) (nectarinas de Nueva Zelandia)

Variedad

LD50 (nivel de confianza: 95%)
(g/m3)

LD99 (nivel de confianza: 95%)
(g/m3)

Fantasia

10,96 (10,56 - 11,33)

21,15 (19,82 - 22,93)

Redgold

12,09 (11,54 - 12,59)

32,86 (29,83 - 37,12)

4.82 El Japón reiteró que utilizaba los resultados de la prueba de dosis-mortalidad (que formaba parte de la "prueba básica" del párrafo 2.23) en el proceso de selección de una variedad representativa. 70

4.83 El análisis por probitas 71 solía estimar LD50 mediante la medida de la tasa de mortalidad en diferentes dosis y la aplicación de un análisis de regresión a los datos procesados estadísticamente (por ejemplo, conversión de probitas). La utilización del valor LD50 se justificaba por la precisión relativa de la estimación; el nivel de confianza disminuía a medida que el valor se apartaba del 50 por ciento. Un conocido manual del análisis afirmaba:

"Como se verá claramente en los últimos capítulos, mediante la experimentación con un número total fijo de sujetos generalmente pueden estimarse dosis eficaces en el entorno de LD50 [dosis efectiva del 50 por ciento] de forma más precisa que las correspondientes a niveles porcentuales más extremos, lo que es característico del estímulo; su principal desventaja reside en el hecho de que, especialmente en el trabajo toxicológico, las dosis que producen cerca del 100 por ciento de las respuestas pueden atraer un interés mucho mayor que las que sólo producen el 50 por ciento, a pesar de la dificultad inherente a la evaluación de las primeras." 72

4.84 La utilización del valor LD50 (estimado sobre la base de los resultados de las pruebas de dosis-mortalidad) al comparar la eficacia de los agentes insecticidas era un método de análisis científico generalmente aceptado. Aunque los Estados Unidos afirmasen que la prueba dosis-mortalidad era eficaz únicamente para estimar el tratamiento de cuarentena definitivo, se utilizaba habitualmente para la comparación de la susceptibilidad de fases de desarrollo del tratamiento, al elaborar los planes de tratamiento. 73

4.85 El Japón señaló que los Estados Unidos se habían referido al "error experimental, el estado físico de la fruta, la sorción del fumigante por el material de embalaje y la carga de fruta en la cámara", así como a las "variaciones naturales en la población de insectos de la prueba", y afirmó que "el estado de una fruta determinada podía afectar a los resultados dosis-respuesta". La conclusión extraída era que las pruebas de dosis-mortalidad en escala reducida no podían corregir esas variaciones. Esas otras variables exógenas, "el error experimental, el estado físico de la fruta, la sorción del fumigante por el material de embalaje y la carga de fruta en la cámara" eran los factores de cuyo control y equiparación deliberada eran responsables los científicos que realizaban esas pruebas. 74 De hecho el Japón señaló que los científicos se proponían establecer condiciones lo más similares posibles entre ellas y los insectos sometidos a las pruebas procedían de grupos criados artificialmente. Por ejemplo, Yokoyama y otros autores del experimento de 1987 sobre las nectarinas describieron en detalle las condiciones de la cámara de fumigación, del envoltorio de las frutas, el factor de carga, el momento de fumigación, las condiciones del gusano de la manzana y de su crianza y, sobre la base de esas descripciones, puede reconocerse que los científicos desplegaron esfuerzos para garantizar la mayor similitud posible entre muestras de pruebas. Si esos factores afectasen a los resultados, serían los datos que generaron los que no serían aceptables y no la hipótesis del Japón. Desde el punto de vista del Japón, todo científico responsable tendría que garantizar que esos factores exógenos no falseaban los resultados. No era científicamente correcto rechazar una conclusión estadística a causa de errores experimentales. Si existieron esos factores exógenos, como lo afirmaban los Estados Unidos, su presencia significaría que era peligroso extraer cualquier tipo de conclusión de los resultados del experimento. Ninguno de los expertos que asesoran al Grupo Especial había llegado a la conclusión de que los errores experimentales explicaban todas las diferencias observadas en los valores de LD50 según las variedades.

4.86 El Japón afirmaba que otra posible explicación de esos factores consistía en que se derivaban de un error de muestreo inevitable. Si ese era el caso, se justificaría la posición de los Estados Unidos en el sentido de que las pruebas confirmatorias constituían el indicador adecuado. No obstante, el Japón señaló de nuevo que correspondía a los científicos de los gobiernos de los países exportadores encontrar formas para aliviar, cuando no eliminar, los problemas de esa índole. El Japón declaraba que si bien siempre se manifestaban variables distintas de las diferencias en variedad, ello podía afirmarse de cualquier fenómeno natural. Era responsabilidad del gobierno exportador identificar las variables y establecer un tratamiento que las incorporase de forma satisfactoria de manera que el nivel de protección del Japón se alcanzase a pesar de las variaciones naturales. La razón por la que el Japón decidió plantear la cuestión de la diferencia varietal era que se podía suponer razonablemente la presencia de un proceso mediante el que las características de la fruta de una variedad determinada pudiesen afectar al resultado de un tratamiento de desinfestación merced a su repercusión en los valores CxT. Por otra parte hacer caso omiso de las variaciones entre cosechas u otras variaciones de tipo natural en las frutas o los insectos era una práctica establecida. La cuestión estribaba en el nivel de protección por el que un Miembro importador podía optar en ejercicio de su autoridad.

4.87 Con respecto a la cuestión del "margen de seguridad" el Japón señaló que, a pesar de que los Estados Unidos afirmasen que ese margen probablemente abarcaría todas las diferencias varietales concebibles, los expertos que asesoran al Grupo Especial no habían formulado ningún argumento definitivo a este respecto y los Estados Unidos no habían explicado las razones científicas de su convicción. Los Estados Unidos parecían basarse de forma intuitiva en el historial de eficacia del tratamiento para las variedades adicionales. No obstante, como lo había señalado el Dr. Heather, se trataba de una cuestión de "evaluación del riesgo". Dicho de otra forma, existía el riesgo de ineficacia y en cuanto al resto sería la política del país importador la que lo determinaría.

4.88 Además, en relación con el margen de seguridad de la dosis, el Japón no podía compartir el punto de vista del Dr. Heather y el Sr. Taylor que habían declarado que con la dosis adicional de un 10-20 por ciento de margen de seguridad podrían posiblemente abarcarse las presuntas diferencias varietales. El Japón adujo que la dosis con margen de seguridad propuesta por los Estados Unidos se había determinado sobre la base de pruebas de dosis-mortalidad a escala de laboratorio. Sin embargo las condiciones para una aplicación comercial en gran escala eran diferentes y el efecto de sorción del gas no era en absoluto despreciable. La cantidad de gas equivalente a la dosis con margen de seguridad sería asimilada por sorción por almacenes y contenedores. Si a ello se añadían las filtraciones inevitables de gas podía significar que los valores de CxT descendiesen hasta niveles peligrosos. El Japón sostenía que, según los datos de los Estados Unidos, los bidones de recolección, los almacenes y las posibles filtraciones podían llegar a absorber hasta el 20 por ciento de la dosis de bromuro de metilo. En esas circunstancias el Japón difícilmente podía partir de la base de que el 10-20 por ciento de margen de seguridad en la dosis atendería a posibles diferencias de la magnitud de las variaciones varietales.

Para continuar con Nectarinas


64 Tóxico o dañino para los vegetales.

65 Finney, D.J. (1964) "Statistical Methods in Biological Assay", Griffin, Londres, páginas 91-92, Citado en Robertson, Preisler, Hickle y Gelernter, "Natural Variation: A Complicating Factor in Bioassays with Chemical and Microbial Pesticides", 88(1) J. Econ. Entormol. 1-10, 4-6. (1995). Finney afirma, "En general la hipótesis de que una vez determinada una curva de respuesta ésta puede utilizarse en futuros ensayos es inadmisible. Debido a las variaciones naturales, las respuestas de un grupo de insectos sometidos a pruebas en un momento determinado no serán por tanto nunca exactamente idénticas a las respuestas de otro grupo sometido a prueba bien al mismo tiempo o bien en un momento diferente, independientemente del grado de normalización de las técnicas de bioensayo." Al examinar las respuestas del escarabajo de la patata, la oruga verde de las coles y el tórtrix de las yemas de lapicea a tres agentes químicos y un plaguicida microbiano, Robertson et al., llegan a la conclusión de que: "Los estudios de resistencia, control de la calidad del producto y las pruebas de eficacia del tratamiento se complican por la variación de la respuesta a un plaguicida (químico o microbiano) ello ocurre en las generaciones de una cepa particular o entre las cohortes de una población: tal variación es un fenómeno natural cuando se repite cualquier bioensayo." (Documento 11 de los Estados Unidos.)

66 Los Estados Unidos se refirieron, en general, a los Documentos 7, 8, 9, 10, 16 y 30 de los Estados Unidos, así como al Documento 22 de los Estados Unidos: reuniones de trabajo ya aplicadas para la exportación al Japón de determinadas variedades de productos estadounidenses.

67 Yokoyama, Miller y Hartsell, "Methyl Bromide Fumigation for Quarantine Control of Codling Moth (Lepidoptera: Tortricidae) on Nectarines", 80 J. Econ. Entomol. 840-842, 1987. (Documento 14 de los Estados Unidos.)

68 Waddell, Birtlex, Dentener y Wearing, "Desinfestation of New Zealand Cherries Cultivar Comparison Test 1987/88", Nueva Zelandia. Departamento de Investigación Científica e Industrial, División de Entomología, 1988. (Documento 17 del Japón.)

69 Batchelor, Wearing, O'Donnel, "Desinfestation of New Zealand Nectarines 1983/1984", 1984. (Documento 18 del Japón.)

70 El Japón adujo que la estimación de LD50 por el análisis de probitas se utilizaba usualmente para la evaluación de la toxicidad de agentes químicos agrícolas o para la comparación de la tolerancia de las plagas con respecto al tratamiento de desinfestación. El Japón se refirió, por ejemplo, a las "Guidelines for Testing of Chemicals" de la OCDE, adoptadas el 17 de julio de 1992 (Documento 19 del Japón) para la utilización del valor de LD50 en la evaluación de la toxicidad de los productos químicos industriales; Knowles, C. (1988) J. Econ. Entomol. 81; 1586-1591 para la comparación de los valores de LD50 entre diferentes grupos de insectos. (Documento 20 del Japón.)

71 Véase la definición incluida en el párrafo 2.14.

72 Análisis de probitas (tercera edición) Finney, D.J. (1971).

73 El Japón se remitía a una carta del 9 de mayo de 1997 de Robert G. Spade, Administrador auxiliar adjunto, PPQ, quien declaró que: "durante la elaboración de planes de tratamiento de cuarentena, los datos de dosis-respuesta se utilizan únicamente para identificar las fases de la vida de un insecto objetivo menos susceptibles y para estimar dosificaciones eficaces del tratamiento". (Documento 34 del Japón.)

74 El Japón señaló que el análisis estadístico, y en particular la prueba de significación, era precisamente la herramienta necesaria para corregir el error experimental.